La máquina de escribir es un dispositivo mecánico, electromecánico o electrónico, con un conjunto de teclas (llamadas tipos) que, al ser presionadas, imprimen caracteres en un documento, normalmente papel. La persona que opera una máquina de escribir recibe el nombre de mecanógrafo.
Las máquinas de escribir fueron herramientas indispensables en las oficinas de todo el mundo, así como para la literatura, el cine, el periodismo, el teatro y cualquier actividad que requiriera escribir desde finales del siglo xix y durante casi todo el xx. En la década de 1980 los procesadores de texto para computadoras u ordenadores personales reemplazaron casi totalmente a las máquinas de escribir en los países desarrollados, aunque en otras regiones su uso no se vio afectado por el poco avance de las nuevas tecnologías hasta entrado el siglo xxi.
Hacia 1920, la máquina de escribir «manual» o «mecánica» había alcanzado un diseño más o menos estándar. Había pequeñas variaciones de un fabricante a otro, pero la mayoría de las máquinas seguía el siguiente diseño:
Cada tecla estaba unida a un tipo que tenía el correspondiente carácter en relieve en su otro extremo. Cuando se presionaba una tecla con la suficiente fuerza y firmeza, el tipo golpeaba una cinta (normalmente de tela entintada) extendida frente a un cilindro que sujetaba el papel y se movía adelante y atrás. El papel se enrollaba en este cilindro, que rotaba al accionar una palanca (la del «retorno de carro», en su extremo izquierdo) cuando se alcanzaba el final de la línea. Algunas cintas estaban divididas en dos mitades, una roja y otra negra, a todo lo largo, contando la mayoría de las máquinas con una palanca que permitía cambiar entre los colores al escribir, lo que estaba especialmente ideado para los libros de contabilidad, donde las cantidades negativas tenían que figurar en rojo como número negativo.[cita requerida]
En los años 1940 se comercializó una máquina de escribir silenciosa que resultó ser un fracaso, lo que llevó a algunos observadores a la conclusión de que el cliqueteo de las máquinas de escribir convencionales era del gusto de los consumidores.3